domingo, 30 de mayo de 2010

viernes, 28 de mayo de 2010

Recordando las Jornadas en torno a la actividad creadora (Día del Libro)

ALGUNAS Actividades de las Jornadas En torno al Día del Libro on PhotoPeach

jueves, 27 de mayo de 2010

Animación a la Lectura. Proyecto Fahrenheit 451

" Aqui estoy, pues, en medio del camino intentando aprender a utilizar las palabras ... " T. S. Eliot.

El proyecto Fahrenheit 451 nació en Madrid en 2005 de la mano del director y actor de teatro, profesor de la Escuela de Escritores y Lectores de Madrid Antonio Rodríguez Menéndez.

Pretende ser un homenaje a la obra homónima de Ray Bradbury en la que unos resistentes a la destrucción masiva de libros consiguen salvar el conocimiento aprendiéndose de memoria textos enteros. Su finalidad no es otra que extender el gusto y la apropiación de los textos literarios y promover la transmisión oral de los mismos como un acto compartido, entregándolos.

En el año 2006 surge en Andalucía con motivo de la celebración el 16 de Diciembre del Día de la Lectura, en el marco de actuación del Pacto Andaluz de las Letras.En el año 2007, el Instituto Cervantes lo presenta en la Biblioteca Europea de Roma, el Parlamento Europeo y la Biblioteca de Sarajevo en el homenaje celebrado por la conmemoración del decimosexto aniversario de su destrucción.

Este curso escolar y en el marco del Plan de Formación del Cep de Castilleja, se organizó el curso La Palabra Vinculada, impartido por Antonio Rodriguez Menéndez. Se pretendía formar al profesorado en la animación lectora siguiendo los preceptos del proyecto mencionado.

Antonio visitó nuestro centro, tuvo un encuentro con los alumnos de 1º de Bachillerato y se inició así un taller de hombres y mujeres libro con la base de la palabra compartida y entregada.

Estos son algunos de los resultados:


miércoles, 26 de mayo de 2010

Homenaje a Miguel Hernández

Exposición Miguel Hernández (2º ESO Bilingüe) on PhotoPeach



Con motivo del homenaje que el Departamento de Lengua castellana y Literatura y la Biblioteca de Babel rindieron al poeta de Orihuela, los alumnos de 2º de ESO bilingüe realizaron un trabajo sobre los momentos más señalados de la vida del autor. Las fotografías muestran la exposición que se llevó a cabo en el vestíbulo del Centro.

martes, 25 de mayo de 2010

Recital poético y musical en homenaje a Miguel Hernández

Día del Libro. Homenaje a Miguel Hernández on PhotoPeach



El pasado mes de abril y durante los días 21, 22 y 23 celebramos las jornadas en torno a la actividad creadora que culminaron con la celebración del día del Libro y con un recital homenaje a Miguel Hernández.

La colaboración de un gran numero de profesores integrantes del grupo de trabajo Plan LyB permitió que se llevaran a cabo talleres y conferencias en las que participó todo el alumnado del centro:

  • Taller de cuentacuentos y marionetas en la biblioteca, destinado a alumnos de 1º de ESO y que tuvo como temática la formación de usuarios. Impartido por Estrella Martínez.
  • Encuentro con el escritor Gonzalo Yáñez, que charló con los alumnos de Bachillerato sobre su libro el Narrador de Gerián, obra que transcurre en un espacio mítico trasunto de nuestra localidad.
  • Taller de caligrafía japonesa. Yuka enseñó a nuestros alumnos de 3º la ceremonia y el simbolismo de la escritura.
  • Taller de papiroflexia. De nuevo Yuka hizo del papel y del movimiento una fuente de creatividad y magia. Para los alumnos de 2º y 3º, aunque hubo "infiltrados" de otros cursos.
  • Taller de fabricación de tinta y pluma, impartido por Lola Ortega, profesora de Física y Química para diversificación de 4º-
  • Taller de creación y diseño gráfico, impartido por Jesús Hacha, diseñador y autor de nuestros carteles. Dirigido a alumnos de 4º.
  • Taller de marcapáginas, elaborado y desarrollado por Concha Liquiñano, profesora de PCPI. Participaron los alumnos de 2º.
  • Exposición de los trabajos y Glogsters sobre Miguel Hernández de los alumnos de 2º bilingües de la profesora de Lengua y Literatura Ana Lama.
  • Visualización en el monitor del vestíbulo de la película "Vida de miguel Hernández", realizada por el alumno Vicente Palacios de 2º de ESO y editada por Paco Galindo, profesor de Educación Plástica.
  • Exposición de poemas de los alumnos de 4º y de su profesor de Lengua y Literatura Elías Hacha. Usando la técnica de la escritura automática, crearon una serie de composiciones poéticas que giran en torno al tema central del agua.
  • Visita a los Talleres de Artes Gráficas Cória Gráfica. Los alumnos de 4º acompañados de su profesora de Lengua y Literatura Ana Medina, pudieron comprobar cómo una empresa local, lider en su sector a nivel nacional, trabaja en el campo de la impresión y edición de libros, carteles y otros productos.
  • Trueque de libros usados, organizado por el profesor de Filosofía Eduardo González. Puso en contacto a lectores alumnos y profesores y consiguió intercambiar más de 70 ejemplares.
  • Recital final en homenaje a Miguel Hernandez,presentado por el profesor de Historia Rafael Urías y que fue prologado por el poeta Pedro Gil, miembro de la tertulia poética Noches del Baratillo, de Sevilla, que recitó un poema propio dedicado al poeta de Orihuela. Participaron alumnos de la profesora de música Mª José Rojas (quien adaptó poemas musicados del autor y a quien queremos agradecer especialmente su dedicación y energía. Sin su trabajo fuera de horario lectivo y su ilusión y entrega no hubiera sido posible el recital), las profesoras Silvia Gil del dpto. de E. Plástica y Concha Caballero, del de Lengua y Literatura, quienes interpretaron "Para la Libertad" y los alumnos de 2º, 4º de ESO y 1º de Bachillerato que recitaron poemas del autor homenajeado acompañados a la viola y la tiorva por Carmen, Ana y Verónica, alumnas de 1º de Bachillerato.


Agradecemos a todos los profesores y alumnos participantes su colaboración en el éxito de estas jornadas que esperamos sean las primeras de una larga y fructífera serie.

domingo, 16 de mayo de 2010

Exposición del Libro Antiguo. El Libro y sus historias.

Todo libro guarda un secreto que hay que desvelar, todo objeto recoge y mantiene sutiles huellas de vidas vividas.
La idea que comenzó siendo de una exposición de facsímiles y obras antiguas y que surgió de la charla de algunos profesores, acabó transformándose (como todo lo vivo) en otra cosa, en una reunión de libros que habían vivido otras vidas, otras manos, otras imaginaciones, otros ojos.
Así, llegaron a nosotros, de la mano de profesores, conserje, alumnos y la propia biblioteca del centro, recuerdos de otros que nos precedieron: (Libros escolares de la infancia, códigos penales obsoletos, manuales de sexualidad dirigidos a quien todo lo tenía que aprender, una preciosa colección de libros de aritmética y geometría, valiosos ejemplares de literatura española del Siglo de Oro español, la edición facsímil del cántico espiritual de San Juan de la Cruz, la del Beato de Liébana magníficamente editada, un manual de buenas maneras con su historia familiar incorporada (quizá lo más interesante, lo más enjundioso), una edición del Quijote escolar de los años 40, otra delicadamente editada por una empresa local y que ha sido transcrita por niños, El Conde de Montecristo que perteneció al imaginario de una vieja tía que tenía su mente en otros lugares y un ejemplar que antologaba algunos de los escritos del heterodoxo Raimundo Lulio, perteneciente a la biblioteca y que en su registro nos permitió descubrir mucho de la historia física y humana de este centro, sus orígenes, la gente que lo habitó, eco de otros tiempos y deseos. Joaquín, el conserje aportó ejemplares de su infancia (entre ellos un bonito atlas, con el mundo y sus razas dibujados, con otros nombres, otras capitales, otros muros, resonancias de un mundo que se transformó). Julio Camba, el anarquista, el franquista, el viajero corresponsal de prensa de los años 20 y 30 apareció ante nuestros ojos con su ironía, su visión ácida del mundo con su desconocida para nosotros obra Sobre todo. Y así, con esta extraña miscelanea azarosa, construímos durante un mes un pequeño microcosmos del enorme mundo de los recuerdos, el conocimiento y el arte (hilos de imágenes de una enorme telaraña de vidas vividas) porque todo libro encierra enormes misterios que hay que desvelar.

miércoles, 5 de mayo de 2010

martes, 4 de mayo de 2010

Fátima Mernissi,

Fátima Mernissi

(Marruecos, 1940)
Mernissi
Escritora marroquí nacida en Fez. Es historiadora, ensayista, doctora en sociología y profesora universitaria en el Institut Universitaire de Recherche Scientifique de la Universidad Mohamed V de Rabat. Es una de las intelectuales del Magreb mas conocidas en Occidente, destacando por su defensa de los derechos de la mujer. Luchadora infatigable para dar a conocer una cultura humanista, alejada de los estereotipos y de la manipulación política, es consultora de la UNESCO, y se ha especializado en el estudio de la condición femenina en las sociedades musulmanas. Sus obras más destacadas son, Sexo, ideología e Islam (1975), Marruecos a través de sus mujeres, El miedo a la modernidad, Aixa y el hijo del rey o ¿quién puede más el hombre o la mujer?, Sueños en el umbral, Memorias de una niña del harén, Sultanas olvidadas (1990), El harén político y La mujer en la otra orilla. Su obra se ha traducido a varios idiomas. En el año 2003 recibió junto a Susan Sontag el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. © epdlp
Enlace
Entrevista a Fátima Mernissi

Semblanza de Fátima Mernissi en página de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla.( Grupo de investigación Mujeres escritoras y pensadoras) Dra.Mercedes Arriaga Flórez.

domingo, 2 de mayo de 2010

Escritoras tras el velo

Escritoras tras el velo.



En el siglo XVIII Lady Mary Wortley Montagu, una de las primeras viajeras que describió el Oriente, se asombraba de que las mujeres de Estambul se pasearan desnudas por el hammam (baño turco) y contaba cómo ellas, a su vez, interpretaban su corsé como una jaula para el cuerpo cuya llave tenía el marido. En las mismas cartas, la escritora inglesa envidia el velo e interpreta que, gracias a él, las orientales “tienen perpetua libertad para salir sin ser descubiertas y pueden acudir a la cita con sus amantes”. Esta distorsión, este doble asombro e incomprensión mutuas son un ejemplo más de lo que el pensador palestino Edward Said llama orientalismo, una construcción imaginaria que define un modo relacionarse con Oriente “basado en el lugar que éste ocupa en la experiencia de Europa occidental, un modelo que incluye un fuerte racismo”. Oriente comparte sus fronteras con Europa y durante siglos se han invadido mutuamente; ello hace que resulte inevitable la marca de infinidad de huellas mutuas. Más profundo es sin embargo el desconocimiento de América, cuyo contacto se produce en una situación de ignorancia, expolio o guerra. En nuestros días, a la luz de los acontecimientos últimos, la construcción imaginaria que existe sobre los países árabes se ha profundizado tanto que resulta difícil sortear los estereotipos propuestos por los medios de comunicación. Así, la posibilidad de tener diferentes puntos de vista sobre la materia resulta prácticamente anulada.
Como sintetiza Said, esta construcción cultural pareciera indicar que “mientras los occidentales dominan, los orientales deben ser dominados. O sea, sus territorios deben ser ocupados, sus asuntos internos deben ser férreamente controlados y su sangre y sus riquezas deben ponerse a disposición de un poder occidental. Y toda idea de pacificación esconde la presencia de una potencia occidental”. La pregunta que motiva este artículo es la siguiente: ¿es la literatura árabe escrita por mujeres un instrumento válido para acercarnos, desde una perspectiva diferente, a los temas que hoy conmueven el mundo? ¿No constituye una óptica privilegiada, equidistante a la vez de la perspectiva europea y del fanatismo patriarcal y religioso que ha llevado a las mujeres, en algunos países, a una vida casi insoportable? Y, por fin, ¿qué características particulares tiene esta literatura?

Mundo de hombres, idioma de mujer
Si alguien nos preguntara el nombre de una narradora árabe recordaríamos a Sherezade, la mítica mujer que durante mil y una noches contó al sultán historias que le ayudaron a salvar su vida. Pocos, en cambio, serían capaces de recordar el título de un libro o la autora de una obra actual. Pero sus nombres son habituales en las mesas de novedades de las librerías europeas, en particular francesas.
Para las mujeres árabes tomar la pluma es muchas veces un acto de rebeldía e incluso el idioma en el que redactan sus textos es una cuestión a resolver. Inmaculada Jiménez, editora de Ediciones del Oriente y del Mediterráneo –una de las pocas casas españolas dedicada a la literatura árabe- comenta que en todas las ruedas de prensa se pregunta a las autoras magrebíes por qué escriben en francés. La pregunta no es superficial, pero sí demuestra el poco conocimiento que suele tener Occidente de la problemática árabe. El francés es, en particular para las autoras nacidas en el Magreb, la lengua de los colonizadores, pero a la vez el vehículo a través del cual fueron escolarizadas. Sólo las nuevas generaciones podrán escribir directamente en árabe, y se debe sumar a esta complejidad el hecho de que existe una separación marcada entre el árabe oral o el berber y el árabe clásico, lengua del Corán, muchas veces vedado a las mujeres.
Assia Djebar, (Argelia, 1936) una de las escritoras más reconocidas del mundo árabe, nos explica la dimensión del multilingüismo con el que se enfrenta a la hora de escribir: “tenemos el francés para la escritura secreta, el árabe para la comunicación con Dios, el líbico-berber para conectar con el pasado más antiguo y, finalmente, la cuarta lengua sigue siendo la del cuerpo, al que las miradas de los vecinos y de los primos pretenden volver sordo y ciego, puesto que no pueden encarcelarlo totalmente”. Para esta autora el francés se sitúa más allá de la prohibición, y no está contaminado de los elementos patriarcales del árabe clásico. Es además una lengua a la que acceden las mujeres –unas pocas- y con ella serán alfabetizadas. En este sentido las lenguas europeas pueden representar una conquista, una liberación. Además, gran parte de las escritoras árabes residen –para obtener formación, por exilio- en el extranjero.
Cabe una pregunta: ¿es válido escribir en la lengua del colonizador? ¿Deben las escritoras profundizar en las propias raíces o es necesario acercarse a Occidente en busca de la emancipación? Sin duda este debate cobrará, al hilo de los acontecimientos últimos, una fuerza particular. De hecho, las nuevas generaciones optan muchas veces por su lengua natal. Tal es el caso de Miral al-Tahawi (Egipto, 1968) o de Alia Mamduh (Bagdad, 1944). Y si bien la búsqueda de la propia lengua es a la vez búsqueda de la propia identidad, si bien la pluralidad y el mestizaje son una constante de nuestra época, la literatura árabe escrita por mujeres se enfrenta, desde esta perspectiva, a un desafío aún mayor: el de hacer que emerja, a través de un idioma sutilmente modelado, la expresión de una identidad cubierta por un velo.

Decir “yo”
Aunque no es del todo fiable la selección que las editoriales europeas realizan de los textos que llaman de “otras culturas”, aunque en ella subyace esta concepción sesgada de “lo oriental” que comentábamos antes, podemos señalar algunas estrategias narrativas coincidentes en los textos de autoras árabes, teniendo en cuenta que no forman necesariamente un colectivo uniforme, -de la misma forma que tampoco las escritoras latinoamericanas, por ejemplo, lo constituyen- y que muchas veces el único punto común que existe entre una escritora siria y una marroquí es la experiencia de un colonialismo que ambas padecieron. Lo que sí es verdad es que Occidente espera de ellas textos claramente autobiográficos, donde “exotismo” y desgracias se acumulan y en los que el desenlace conlleva la toma de conciencia y la lucha personal. Esta búsqueda del tópico simplificador no es nueva: también a los escritores latinoamericanos el mercado europeo les pedía que profesaran el realismo mágico. En el caso de las novelas de mujeres árabes escritas en primera persona, el peritexto (solapas, prólogo, etc.) tiende a dirigir la lectura por estos derroteros.
Sin embargo es cierto que las novelistas suelen otorgar el papel protagónico a un personaje femenino, y que muchas veces es fácil la identificación con él, en particular cuando el texto está en primera persona. Pero también es verdad que muchas veces las autoras evitan ser confundidas con este personaje central. El recurso más utilizado es la disparidad nominal entre autora y narradora o la omisión del nombre de la misma y la proliferación de historias secundarias que proviene del árabe clásico, donde el relato enmarcado es tradicional. Así, una historia nos desplaza hacia otra y el ritmo de la narración oral –patrimonio de las mujeres- se adueña del texto.
En la elección de este protagonismo para la mujer pareciera obvio que las escritoras veladas buscan afianzarse en la memoria colectiva, “decirse” de alguna manera, escapar a su destino de silencio.
Espacio de frontera
“Desde el umbral”, de la marroquí Fátima Mernissi, un libro que logró una repercusión notable, incluye en la primera página la siguiente frase: cuando Alá creó el mundo separó a los hombres de las mujeres y colocó el mar entre musulmanes y cristianos. Existe armonía cuando cada grupo respeta los límites de los demás; la trasgresión sólo causa pena y desdicha. Pero las mujeres soñaban con ella continuamente.
Con un sentimiento constante de frontera, en la literatura árabe musulmana las escritoras definen espacios intermedios claramente delimitados: la azotea, a donde las muchachas escapan para pintarse las uñas, la puerta de la casa, desde donde ven pasar el mundo, la casa paterna, a veces dura prisión, a veces paraíso ensoñado del que se sale para caer en la cárcel del matrimonio, el hammam, tregua en la reclusión del hogar, del que Alia Mamduh escribe: en los baños iraquíes las fronteras están abiertas y la única lengua que sirve para comunicarse es el cuerpo. Y, por fin, el cuerpo reificado por la mirada de los hombres, esa gran cárcel, objeto de la tentación masculina que debe ocultarse de toda observación indiscreta y con el que las mujeres árabes no logran reconciliarse. Tan dolorosa es la experiencia del propio cuerpo que algunas escritoras, como la egipcia Miral al-Tahawi, lo representan mutilado. Escribir significa, para ellas, sobreponerse al cuerpo como cárcel y entrar en el terreno de lo simbólico, antes posesión absoluta de los hombres.

Ver o ser vistas
Para la cultura Occidental, la reclusión del harén no era otra cosa que una incitación a la sexualidad masculina. Muelles y distendidas pintó Delacroix a estas prisioneras cuyo único y gratificante objetivo parecía ser complacer al hombre. Pero si nos acercamos a la realidad árabe desde la perspectiva de estas narradoras nos encontraremos con la mirada como peso, como prisión, una mirada de la que hay que ocultarse. El velo como realidad y como metáfora, el encierro, la inhibición de toda actividad pública y la lucha por conseguir un espacio personal es una temática que convive con la experimentación literaria más actual. Por ello muchos personajes femeninos de estas novelas caminan, buscan, rompen con el mandato familiar y cultural o lo resignifican. Así Malika Mokeddem (Argelia, 1949) plantea, desde su tradición beduina de nomadismo secular la necesidad de dirigirse a Occidente.
Podríamos concluir que las escritoras árabes, al exponerse en público mediante la práctica misma de la escritura, reivindican la voz silenciada de las mujeres. Así reconstruyen una identidad que la sociedad patriarcal les ha arrebatado y, como la mítica Sherezade, utilizan la palabra para salvar su vida.


Bibliografía
Al-Tahawi, Miral. La tienda beduina. Barcelona, Seix Barral, 1999.
Mernissi, Fátima. Sueños en el umbral. Muchnik Editores. 5 ed. 1999.
Mamduh, Alia. Naftalina. Ed. Oriente y Mediterráneo, 2000.
Mokeddem, Malika. Los hombres que caminan. Navarra, Txalaparta, 1997..
Segarra, Marta. Mujeres magrebíes. Barcelona, Icaria, 1998.
Djebar, Assia. El amor, la fantasía. Madrid, Ed. Oriente y Mediterráneo, 1990.

Artículo publicado por :

Clara Obligado en su página web

y en el diario "Clarín" de Argentina

Clara Obligado nació en Argentina y desde 1976 reside en Madrid. Es licenciada en Literatura e imparte Talleres de Escritura Creativa, actividad que ha desarrollado para la UNED, el Círculo de Bellas Artes, la librería Mujeres de Madrid entre otras instituciones.
En 1996 recibió el premio Femenino Lumen por su Novela "La Hija de Marx". Es autora también de las siguientes novelas: "No le digas que lo quieres", Ed. Planeta, "Salsa" (publicada en soporte sonoro en USA), Ed. Plaza y Janés, "Si un hombre vivo te hace llorar", Ed. Planeta (traducida al griego) y la novela juvenil "No le digas que lo quieres" (Anaya) Editó la antología de microficciones "Por favor, sea breve" (Ed. Páginas de Espuma) y, recientemente, su colección de relatos "Las o